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Orgasmo simultáneo

Una de las erróneas metas de la sexualidad de muchas parejas es la consecución del orgasmo simultáneo, es decir, llegar ambas personas a la vez al orgasmo. Esto se valora como la prueba definitiva de la perfecta sincronización sexual. Un objetivo sugerente y apetecible pero ¿es una medida justa de la plenitud sexual? ¿Y si hay personas que no lo logran, deberían frustrase por ello?

Vamos a recapacitar sobre el origen de esta exigencia. Cuando aún somos demasiados jóvenes para saber lo que sucede al tener sexo ¿cómo lo descubrimos? El cine y las series nos educan; las primeras tomas de contacto con la práctica sexual son a través de escenas de ficción que luego intentamos reproducir en la realidad. ¿Y qué nos venden sobre el sexo? En la mayoría de los casos, un alto deseo mutuo y una ejecución que podría tratarse de una coreografía de baile, por lo sincronizado que resulta. Y coito, mucho coito…sin condón en numerosísimos casos, por cierto. Y como final culminante, un orgasmo intenso que llega al mismo tiempo: el orgasmo simultáneo.

Con esa imagen afrontamos nuestros primeros encuentros sexuales, con esa expectativa vamos al sexo. Pero la realidad puede ser así, o no.

Las ganas de practicar sexo no siempre coinciden entre dos personas, también el grado de excitación que se va alcanzando puede ir a destiempo; lo que suceda en ese encuentro sexual puede excitar mucho más a unx que al otrx. Y luego está la propia reacción del cuerpo, la facilidad para abandonarse a las sensaciones eróticas y sentir placer… Todo ello va a influir en la posibilidad de que se dé o no el orgasmo. Hacer que todo el proceso coincida entre dos personas puede resultar muy sencillo o no, dependiendo de las personas, del momento…

El sexo es juego, exploración, disfrute y placer…sin metas programadas ni objetivos a cumplir porque ya pierde su sentido lúdico con esas presiones. No deberíamos intentar reproducir ningún guión que nos hayan vendido en imágenes. Es mucho más interesante crear nuestra propia sexualidad, personal y espontánea, adaptada al momento concreto. Hacer aquello que nos apetezca y no aquello que nos hayan vendido.

El orgasmo no es un objetivo obligatorio, y menos que sea simultáneo. El único objetivo es disfrutar sin presión.

Para ver: Cualquier escena sexual pero con visión crítica, cuestionándonos aquello que vemos.

https://etakitto.eus/wp-content/uploads/2017/05/1014-barru.pdf